El liderazgo y compromiso que una mujer tiene no sólo se refleja en los proyectos encomendados, se refleja también el la gestión de equipos, nuestra habilidad para desarrollar de manera simultánea y nuestro "sexto sentido" nos da la posibilidad de entender nuevas formas de trabajo y transmitirlas.
Una organización exitosa en un país tan complejo como lo es México debe contar con colaboradores y colaboradoras altamente eficientes, comprometidos y con las competencias requeridas por los puestos que ocupan. Sin duda estas piezas fortalecen la cadena de valor que proporcionamos a nuestros clientes, proveedores y socios de negocio.
Como parte de la identificación de piezas claves dentro de nuestras empresas, no podemos dejar de lado el género, como es bien sabido, hombres y mujeres cuentan con fortalezas y debilidades que nos hacen más o menos eficientes para el desarrollo de nuestras tareas.
En esta ocasión y a propósito del día de la mujer, comentaré sobre cómo podemos ser o bien, convertirnos en piezas claves dentro de la organización para la que colaboramos.
La participación de la mujer en la fuerza laboral sigue creciendo de manera constante, no solo en los puestos tradicionalmente hechos para mujeres, también estamos incursionando en sectores en los que la participación de la mujer era prácticamente nula, pero, ¿Cómo han logrado las mujeres pertenecer y formar parte de este crecimiento? ¿Cómo han logrado romper las barreras tanto personales, profesionales e incluso sociales para poder avanzar a posiciones que no hubiéramos pensado ocupar algún día?. La respuesta en principio tiene que ver con la actitud con la que visualizamos cada uno de los retos que se nos presentan, es decir desde pequeñas estamos cambiando, estamos conociendo y brindando nuevas formas de educación a nuestros hijos, las familias han cambiado, hemos aprendido que podemos lograr muchos de nuestros sueños solas, pero que es mejor hacerlo en compañía, no por que la sociedad lo establece sino por convicción.
Dentro de nuestros centros de trabajo la actitud de las mujeres, también es un factor de cambio, la ejecución sigue siendo una de las características más valoradas de este género, la contundencia y entrega con la que las mujeres desarrollan sus funciones refleja grandes avances, seguimos siendo esta pieza que tiene una amplia visión de las cosas, un generador de ideas nuevas que no solo se quedan en la planeación, si no que se materializan con estrategias, planes de acción pero sobre todo con entregables y resultados claros de los proyectos que nos han sido encomendados.
El liderazgo y compromiso que una mujer tiene no sólo se refleja en los proyectos encomendados, se refleja también el la gestión de equipos, nuestra habilidad para desarrollar de manera simultánea y nuestro "sexto sentido" nos da la posibilidad de entender nuevas formas de trabajo y transmitirlas a los colaboradores que están a nuestro cargo, esta capacidad de conciliar entre las partes permite entender las diferentes personalidades de clientes, proveedores, socios y colaboradores.
Para las mujeres en México, todavía nos queda un amplio camino por recorrer ya que a pesar de avanzar con grandes y firmes pasos, aún seguimos trabajando para cerrar la brecha de género que existe ante las horas trabajadas en comparación con las del género masculino, hablar de equidad salarial entre hombres y mujeres sigue siendo un tema que tiene sus grandes diferencias y qué decir de los temas relacionados con discriminación y acoso sexual.
Las mujeres dentro de las empresas no son más o mejores que los hombres, sólo somos piezas que complementan fórmulas empresariales que si son bien ejecutadas nos pueden llevar al logro de objetivos estratégicos que hagan crecer nuestra compañía de manera sistemática.
Por Erika Chafino
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