La honestidad es uno de los valores más importantes tanto en la vida cotidiana como en el ámbito laboral, además de considerar las competencias, conocimientos y experiencia de un candidato, los encargados de Recursos Humanos están interesados en evaluar su esquema de valores para determinar si se trata del colaborador indicado.
Asimismo, la honestidad que poseen los colaboradores actuales está relacionada con su desempeño y calidad de vida, ya que se trata de un valor que guía sus actos e influye en el desarrollo de una buena relación con sus compañeros y superiores. Por lo tanto, los directivos necesitan medir la honestidad de la organización para incrementar su competitividad.
Derivado de esta necesidad, los responsables de Recursos Humanos deben contar con herramientas que les permitan evaluar el esquema de valores del personal, con el fin de evitar comportamientos que afecten las actividades del equipo. Con la información que obtienen de las pruebas psicométricas los directivos pueden emprender acciones concretas que contribuyan a generar una cultura ética en la organización.
Estas herramientas facilitan la toma de decisiones al predecir la probabilidad de que una persona sea confiable en su trabajo, entre los beneficios de medir los valores del individuo se encuentran:
Evaluar la compatibilidad del colaborador con los valores de la organización, esto facilitará su incorporación al equipo.
Incrementa la efectividad de los procesos de selección, permite tomar decisiones más acertadas.
Se reduce la rotación de personal.
Disminución de actos como robo, corrupción y acoso laboral.
Facilita la construcción de una cultura de honestidad en la compañía.
Por otra parte, combatir los actos de deshonestidad en la organización es esencial para generar un ambiente laboral positivo que estimule la confianza, el respeto y facilite el trabajo colaborativo, lo que da como resultado el incremento de la productividad así como mejor calidad de vida.
Ahora bien, un clima organizacional donde predomina la honestidad no solo contribuye a mejorar el desempeño, sino que ayuda a reforzar el compromiso de los colaboradores y a generar un sentido de pertenencia.
Por último, cuando el colaborador comparte los valores de la organización sus acciones estarán orientadas a alcanzar los objetivos planteados, para ello los líderes deben orientar a su equipo en el cumplimiento de las normas establecidas, esto garantiza la convivencia y permite el desarrollo del trabajo
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