La convivencia intergeneracional puede convertirse en el motor que impulse la innovación en la compañía.
Más allá de incorporar la tecnología a los procesos del negocio los directivos buscan promover la innovación a través de sus colaboradores, no obstante, el primer obstáculo al que se enfrentan las empresas es la gestión de la diversidad generacional. Actualmente la plantilla laboral está conformada por profesionistas de más de tres generaciones diferentes, por lo que formar equipos funcionales puede ser un desafío.
Sin embargo, la convivencia intergeneracional puede convertirse en el motor que impulse la innovación en la compañía, cada grupo aporta sus conocimientos, experiencia y habilidades para alcanzar los objetivos organizacionales.
Para aprovechar la diversidad y generar un entorno de trabajo inclusivo que estimule la diversidad es necesario gestionar las diferencias e identificar las similitudes de cada grupo, para ello se debe considerar lo siguiente:
Ser capaz de identificar el potencial de sus colaboradores así como reconocer el aporte que cada generación tiene para el equipo.
Desarrollar programas de integración que además de promover la comunicación estimulen la transmisión de conocimientos y con ello, se impulse la innovación, es importante generar programas de mentoring.
Estimular la generación de ideas a través de sesiones de grupo donde cada individuo pueda compartir su experiencia y puntos de vista.
Ahora bien, para aprovechar las diferencias generacionales es de suma importancia que exista una normatividad que regule la convivencia y garantice la igualdad de trato así como el acceso a oportunidades. Estas políticas de integración son el primer paso para generar entornos profesionales inclusivos.
Por otra parte, al estimular la participación de los colaboradores en las decisiones de la organización es posible impulsar la innovación de procesos. Los responsables de Recursos Humanos deben ser capaces de identificar las características que separan a cada generación y reconocer los elementos que los unen para formar equipos de alto desempeño donde cada integrante aporte valor a la dinámica de trabajo, lo que facilita la consecución de objetivos.
Por último, al ser la gestión de la diversidad una competencia clave para promover la innovación en la organización es necesario desarrollar un modelo de liderazgo inclusivo capaz de dirigir equipos multidisciplinarios y aprovechar los conflictos que se presenten como oportunidades para el desarrollo no solo profesional de los colaboradores, sino para impulsar su crecimiento personal. Para esto es indispensable identificar los factores que los motivan y generan compromiso a cada generación