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EL ENEMIGO SILENCIOSO DE LA PRODUCTIVIDAD

Datos de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social arrojan que el abuso en el consumo de drogas, como el alcohol o tabaco ocasiona que la productividad de los colaboradores disminuya entre el 5%y 9%.

Cuando el consumo de drogas se convierte en una adicción, las consecuencias negativas se ven reflejadas no sólo en el ámbito personal, el uso de estas sustancias puede afectar el rendimiento profesional, esto ocasiona grandes pérdidas para la compañía debido al incremento del ausentismo laboral, problemas de salud, alto índice de accidentes y un ambiente de trabajo negativo.

De acuerdo con un estudio, los sectores en los que se presenta un mayor número de trabajadores con problemas de adicción destacan: la industria manufacturera, restaurantes y transportes.

Por otra parte, datos de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social arrojan que el abuso en el consumo de drogas, como el alcohol o tabaco ocasiona que la productividad de los colaboradores disminuya entre el 5%y 9%.


Derivado de esta situación, las organizaciones necesitan implementar estrategias para evitar que el consumo de drogas se convierta en una situación que afecte el clima laboral y el bienestar de los colaboradores.


Emprender acciones de prevención es de suma importancia, no sólo por las repercusiones tanto a nivel individual como organizacional que el abuso en el consumo de estas sustancias puede ocasionar, sino por el impacto que tiene ese problema en la comunidad y las pérdidas económicas que puede ocasionar en determinados sectores productivos donde el ausentismo y la rotación de personal dificultan el desarrollo del trabajo.

Es importante incluir la prevención de adicciones en los programas de bienestar corporativo, haciendo énfasis en los beneficios que tiene el cuidado de la salud al mejorar la calidad de vida de los colaboradores y sus familias.

Ahora bien, es necesario que la organización defina su postura frente a la prevención de adicciones, para ello, los directivos deben establecer las políticas a seguir, detallando la manera en la que atenderán al personal en riesgo. Se trata de una estrategia de gestión de capital humano, al crear espacios de trabajo saludables los directivos están velando por la calidad de vida del personal; al percibir el interés de la compañía por su bienestar, el desempeño de los colaboradores incrementa y se refuerza su sentido de pertenencia.

Por último, la prevención de adicciones en la organización es una tarea que requiere la participación de todos los miembros de la compañía; la elaboración de un programa de prevención debe recibir la realimentación de los colaboradores, de esta manera es posible asegurar que las acciones implementadas atiendan sus necesidades.

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